Esta nueva versión de esta infraestructura única ofrecerá capacidades de ensayo e I+D singulares a la industria offshore, permitiendo conocer el comportamiento de materiales, componentes y equipos en funcionamiento en la zona atmosférica, de splash, en inmersión, en bodega y en el fondo marino.
El laboratorio offshore para ensayo de materiales y componentes HarshLab cumplirá este mes de septiembre 3 años de operación en mar abierto, en BiMEP (Biscay Marine Energy Platform). En este periodo esta singular infraestructura ha permitido a unas 20 empresas obtener una valiosa información sobre la corrosión, el envejecimiento y el fouling de sus materiales en ambiente marino. Más de 500 probetas y muestras se han ensayado en el HarshLab en el marco de proyectos privados y con financiación pública. Tres de estos han sido financiados por la Comisión Europea a través del Programa Marco Horizon 2020.
Haciendo honor a su nombre, y tras haber superado tres inviernos completos en las duras condiciones de mar abierto -incluyendo al huracán Epsilon-, le ha llegado el momento de una merecida jubilación. La primera versión del HarshLab va a dar paso a una nueva versión que incidirá en su singularidad dotándose con mayores prestaciones y capacidades que permitirá tanto continuar con la actividad anterior, como acometer nuevos ensayos y actividades de I+D destinados a la mejora de la competitividad de la industria offshore.
La estructura del HarshLab está en estos momentos en fase de construcción, bajo la atenta supervisión de IDOM. Los próximos cuatro meses van a ser claves para esta infraestructura única en el mundo que, una vez fondeada frente a las costas de Armintza, permitirá a las empresas vascas afrontar ambiciosos proyectos de investigación relacionados con el ámbito offshore.
Sobre el nuevo HarshLab
El nuevo HarshLab contará con conexión a la red eléctrica y de comunicaciones gracias a un cable umbilical que conectará el laboratorio con la red submarina con la que cuenta BiMEP. Esta conexión permitirá dotar al HarshLab de nuevas capacidades, fundamentalmente en lo que respecta a la posibilidad de ensayar equipos en funcionamiento a bordo y a las facilidades de manejo de carga mediante diversos sistemas embarcados: grúa hidráulica, pescante exterior y polipastos interiores.
Estructuralmente tendrá unas dimensiones de 8,5 m de diámetro por 7 m de altura total, lo que evidentemente redundará en una mayor capacidad de ensayo de muestras y equipos en las mismas zonas de exposición con que ya contaba la versión anterior (atmosférica, splash e inmersión), sumando ahora la posibilidad de ensayar en bodega y de bajar muestras al fondo marino, a 65 metros de profundidad.
Otros equipamientos singulares que ampliarán las capacidades del HarshLab son la disponibilidad de dos huecos libres en el fondo para ensayar conectores, risers y umbilicales, un módem submarino para comunicar elementos sumergidos con la superficie, una estación meteorológica propia, o un pequeño ROV submarino abordo. El sistema de comunicaciones desarrollado permitirá transmitir todas las señales que se adquieran a bordo a través de las fibras ópticas del cable umbilical.